El marchitado del roble es causado por un hongo. El patógeno es el Ceratocystis fagacearum. El hongo ataca a la mayoría de los robles y también se ha encontrado en los castaños chinos. Los árboles del grupo del roble rojo son muy susceptibles a esta enfermedad, si la contraen la necrosis se produce en un año. Son muy pocos los árboles del grupo del roble rojo enfermos que sobreviven un año más. Los árboles del grupo del roble blanco son más resistentes. La enfermedad los afecta de manera localizada y, por lo tanto, sobreviven muchos años más. El marchitado del roble se transmite a través de los injertos de raíz, los animales, las herramientas y los insectos.
La progresión de la enfermedad en el roble rojo es la siguiente. Después de la infección, el árbol comienza a morir desde arriba hacia abajo. Las hojas se tornan de color verde pálido y se debilitan y, más tarde, desde el borde hasta la nervadura principal se tornan de color bronce o tostado. Las hojas decaen, se enrollan a lo largo y se marchitan. La necrosis también puede ocurrir desde la punta de la hoja hacia el pecíolo. La muerte desde la punta hacia abajo sucede en línea recta a través de la hoja entre verde y marrón. A veces ocurren otros síntomas. A medida que la enfermedad continúa bajando por el árbol, las hojas de arriba se tornan amarillas y se caen. También pueden caerse algunas hojas verdes.
En la albura se desarrollan líneas marrones. Estas rayas son difíciles de diferenciar de las rayas marrones que se ven en el tejido vascular de algunos robles. El estriado causado por el hongo del marchitado produce un bloqueo del tejido vascular por varios compuestos producidos por el árbol.
Cuando dos o más robles de especies relacionadas crecen cerca unos de otros, existe la posibilidad de que las raíces se entrecrucen y crezcan juntas (injerto de raíz). Si uno de los árboles contrae el marchitado del roble, la enfermedad se pasa de árbol a árbol a través de las raíces entrecruzadas y así mueren varios árboles a la vez. Cuando sucede esto es importante cortar los injertos de raíz antes de que la enfermedad avance. Los injertos de raíz pueden destruirse con productos químicos o mecánicos. El control químico demora más en matar las raíces y puede permitir que la enfermedad cruce el injerto de raíz antes de que la parte infectada muera.
Lo más rápido es cortar las raíces de manera mecánica. Este método consiste en cavar a través de las raíces hasta una profundidad de tres pies o más. Antes de hacerlo llame a JULIE (Joint Utility Locating Information for Excavators) para evitar cortar cables como los de teléfono o electricidad o alguna tubería de gas o agua. El corte de los injertos de raíz se hace generalmente entre los dos árboles. Un roble está muy cerca de otro cuando la distancia que los separa es igual a la altura del roble más alto. Sea cual fuera el método elegido para destruir los injertos de raíz, considere marcar dos anillos y no uno solo como suele hacerse. El primer anillo es de aproximadamente dos tercios de la altura desde el árbol infectado. El segundo anillo se hace después a aproximadamente un tercio de la altura desde el árbol infectado. El riesgo de necrosis de otros árboles que estén dentro del segundo anillo es alto debido a que las raíces pueden estar entrecruzadas. Los árboles que estén entre el primero y el segundo anillo corren más riesgos todavía. Los árboles que estén fuera de ambos anillos no se infectarán por medio de injertos de raíz si estos se destruyeron a tiempo.
Después de sacar los árboles infectados y antes de podar otros robles, esterilice adecuadamente las herramientas utilizadas para evitar infectar otros robles. Las herramientas se esterilizan con alcohol. Deje que alcohol actúe durante un minuto aproximadamente o quémelo. Otro método es utilizar lavandina. Si utiliza una lavandina de marca con cloro al 37 por ciento y si la diluye en una proporción de una parte de lavandina en nueve partes de agua, deberá remojar las herramientas en esta solución durante un minuto aproximadamente. Mezcle tres partes de agua y una parte de lavandina para obtener algo muy parecido a la solución al 10 por ciento. En ese caso, las herramientas se esterilizarán muy rápidamente.
Los animales también diseminan el marchitado del roble de un árbol a otro. Hay muchos animales que hacen esto, pero en los alrededores de Chicago, los responsables son las ardillas. Ya que los animales están protegidos, el mejor sistema de control para reducir la propagación de la enfermedad por los animales es quitar los árboles infectados de inmediato.