Vídeo: NOAA
En el centro de un huracán hay una zona en donde casi no hay viento, ni lluvia y donde el cielo se ve celeste durante el día y estrellado durante la noche. Este lugar se conoce como el ojo del huracán. El ojo mide unas pocas millas de ancho. Cuando pasa un huracán experimentamos un período de calma mientras está presente el ojo; una vez que el ojo pasa vuelven los vientos fuertes y la lluvia.
Además de los vientos fuertes y las lluvias torrenciales los huracanes, a veces, originan marejadas ciclónicas. Estas son grandes masas de agua que el huracán empuja hacia la tierra. Las marejadas ciclónicas pueden alcanzar una altura de hasta 15 pies de alto. En algunos casos, causan más daño que el viento y la lluvia.
